Pero no quiero tus días, ni tus mañanas
quiero ser la sombra bajo tu sábana
la nocturna que galopa por las noches
no quiero tu llanto tras la ceniza, el polvo
quiero la furia, los calidos maullidos
por las noches, por las noches
la espiral
la caida
el sueño
el sueño
En tu regazo oscuro escondes, imprescindiblemente, mi destino iracundo, la neurosis de mis años de silencio, la manía de mis dedos frágiles. ¿Seré yo el que cada segundo matiza el acorde de tus tiempos? La ceniza de mi pasado erizada por tu fuego taciturno, el sonido que por las noches abre mis ojos a las sombras
lunes, agosto 31, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario