domingo, octubre 11, 2009

Ligeresa del viento pusilánime y anquilosado

¿No soy acaso aquel que zurse tus labios a mi imaginación?
¿Cual es el último segundo de la vida que nos transgrede?
Seré el que acecha el cuello, el que devora carne roja
el último grado de sentido, o la eyaculación de un pensamiento que no muere

¿Qué es menos importante sobre la felicidad escrita en una letra de zapato?
Soy el sexo de la noche de borrasca
amanezco las madrugadas
hijo de la lluvia destilada
como un beso enterrado
guarda la semilla en tus labios
en una tierra en la sombra ligera
gato rasgando las entrañas y mis venas
ojos
por la materia que me une
te sobraron las palabras ciegas
se quebraron en el llanto viejo
de un verano nuevo

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