Me duele cambiarme de esta casa, tal vez esta sea la casa en la que me he sentido más cómodo, en la que más a gusto me sentía. Pero sabía que algún día la tendría que dejar por algo.
Ahora, que estoy aqui, frente a la computadora, en la sala, recuerdo muchas cosas que viví acá; cuántas charlas con los amigos, cuantas veces amanecimos aquí platicando, o bailando, o embriagandonos de risas, cuántas canciones no hemos escuchado. Los amigos siguen, pero estas pareces guardarán los secretos que les contamos.
Acá vimos películas con Javier, Domingo pintó, Angélica escribió, Roque nos contó de su novela gráfica, Angélica escribió su poesía, Hugo tocó la guitarra, Priscila hizo su paso tan gracioso, Ana y Lalo rockearon, Cesar se durmió en el sillón, Tere se desveló y se fue a trabajar, Toño nos contó cosas que no debía contar y yo me reí de todas ellas. Será imposible pasar frente a esta casa, y no recordar a Fidel, al que todavía extraño, y que tuvimos que enterrar con Hugo, Pricila y Angélica. Como no recordar A Robbie bailando con Ninfa, o a Domingo con Erendira. Cuantos no amanecieron en la casa... o en el patio.
Pero vienen cambios, y habrá que trabajar más en los recuerdos de las siguientes. Tal vez; ahora me doy cuenta, que esta casa fue no sólo mi hogar, sino el de todos mis amigos.
Estoy a punto de comenzar a empacar, es dificil comenzar, pero sé que lo tengo que hacer.
martes, febrero 16, 2010
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1 comentario:
animo, primo.
espero fotos!
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