sábado, junio 12, 2010
Fidel
Fidel: Hoy me acordé de ti, hace más de un año que no te veo, que ya no maullas a mi lado ni me cuidas de los alacranes, o tal vez me cuidas y ya no te veo. Recuerdo cuando señalé tu tumba y comenzó la tierra comenzó a sacudirse, tembló; todo parecía increible, pero hasta ese momento supe que nos quisiste tanto como nosotros a ti, prueba de ello es que muchos te recordamos y tu ausencia marcó mi vida. Te queremos Fidel, siempre te extrañamos.
miércoles, junio 09, 2010
Sueños
Soñé que iba por un camino, un camino en terracería y mi familia iba como pasajero mientas conducía el vocho. Mi papá, afuera del coche, se acercaba y me decía: recuerda, adelante se divide el camino y tendrás que tomar esta dirección mientas me señalaba el volante del coche.
Era de noche o estaba muy oscuro, el camino se bifurcaba y recordaba las intrucciones que para ese momento se habían vuelto muy imprecisas. A un lado del camino una mujer en un caballo, montando a trote, viajaba con las piernas de un lado del caballo, con las piernas de lado derecho, vestía un vestido blaco que contrastaba con el ambiente, y tenía una especi3e de cinto conlor negro, rubia; me parecía familiar y sabía que nos volveriamos a encontrar, le preguntaba qué camino tomar -prefiero siempre preguntar- y me indicaba que era el camino de enmedio, al camino de la derecha lo obstruia un arbusto y no me permitía verlo.
Iniciaba el camino.
Iba al aniversario luctuoso de mi amigo, Cesar, de quien extraño sus historias, sus movimientos, su voz.. lo extraño.
Llegaba al lugar, muy oculto y veía a gente conocida, amigos, y de más.
La luz a mdeio tinte y el ambiente de confianza. Entonces sólo despertaba.
Era de noche o estaba muy oscuro, el camino se bifurcaba y recordaba las intrucciones que para ese momento se habían vuelto muy imprecisas. A un lado del camino una mujer en un caballo, montando a trote, viajaba con las piernas de un lado del caballo, con las piernas de lado derecho, vestía un vestido blaco que contrastaba con el ambiente, y tenía una especi3e de cinto conlor negro, rubia; me parecía familiar y sabía que nos volveriamos a encontrar, le preguntaba qué camino tomar -prefiero siempre preguntar- y me indicaba que era el camino de enmedio, al camino de la derecha lo obstruia un arbusto y no me permitía verlo.
Iniciaba el camino.
Iba al aniversario luctuoso de mi amigo, Cesar, de quien extraño sus historias, sus movimientos, su voz.. lo extraño.
Llegaba al lugar, muy oculto y veía a gente conocida, amigos, y de más.
La luz a mdeio tinte y el ambiente de confianza. Entonces sólo despertaba.
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