miércoles, febrero 04, 2009

Crónica: un perro, una moto, un accidente

Apenas giraba a la cuadra. Eran tal vez la una con treinta y dos minutos, estaba ansioso por llegar a la casa y por fin dormir después de casi doce horas de trabajo.

Comenzaba a recuperar velocidad después de haber girado a la esquina, y comenzar a abandonar la calle central para tomar la once norte poniente.

De pronto, detrás de un camión de turismo, asoma un perro su camino, apresurado, queriendo seguir la moto o qué sé yo, pensé "ya me lo chingué" no sin antes pensar en evitarlo pero era demasiado tarde para tal intento. Sentí como la llanta delantera pasaba por sobre su cuerpo pero nunca sentí que la trasera hiciera lo mismo.

En un abrir y cerrar de ojos perdí dos segundos de mi vida. No sé qué pasó, no sé cómo caí. Al abrir los ojos estaba en el piso, sólo escuchaba el sonido del motor de la motocicleta, no podía levantarme, me quería quedar acostado en el pavimento. Me dolía el lado izquierdo de mi torso. Al abrir los ojos logré ver al perro correr, vivo y salvo.

Un segundo más sobre el suelo; alguien viene por detrás mío, es el conductor que venía detrás de mí, se detuvo, y vino hacia mí, me levanta pero ese movimiento hace que me duela todo el cuerpo, me arde el antebrazo, veo sangre en él, está raspado, mi codo cambien y parte de mi muñeca, me acerca a la banqueta y alguien más se acerca, me pregunta lo mismo que el hombre anterior: "Estás bien" respondo que sí, que sólo son los golpes, me dice: "límpiate la cara" aún no entiendo bien, me duele la cabeza, un dolor interno muy intenso, como si me hubieran sacudido el cerebro.

Grita: "hija trae agua y una franela" y vuelve a insistir "límpiate la cara" en ese momento me doy cuenta que algo estorba mi vista, a mi ojo izquierdo, trato de quitar eso pero no puedo, miro mi mano después de tocarme la cara y está bañada e sangre, lo que acabo de tocar es inflamación. Al caer me golpee la frente, donde se toca el hueso y está muy hinchado, realmente está muy inflamado, también mi pómulo, tal vez uno o dos centímetros inflamado sin exagerar. Veo mi sangre gotear en el piso. Mi brazo tiene una mezcla de salgre y polvo, estoy aturdido y no entiendo lo que me dicen, no entiendo lo que me dicen.

El primer hombre levanta la moto y la orilla, le pregunto "donde están mis lentes y responde: "no traías lentes" y contesto: "sí, yo uso lentes" y señala al piso respondiendo "se hicieron pedazos".

El hombre número dos me pregunta: "¿le hablo a una ambulancia?" y pienso: "tengo 15 pesos en mi bolsa ¿y quiere hablarle a una ambulancia?... al carajo con la cruz roja, me van a dejar más pobre de lo que soy" le repito: "no sólo son los golpes, vivo acá a la vuelta, ya me voy". Me subo en la moto la enciendo y manejo a mi casa.

Veo mi casco y está roto, entonces pienso: "de algo sirve usar casco" El hombre número dos me da la moto, me subo y la enciendo. Llego a mi casa, me pongo hielo y adolorido por los moretones y con raspaduras.

5 comentarios:

°J°e°a°n° dijo...

No inventes!!! =S

Rayos ...que crónica, hay que cuidarse.

Y yo que paso a dejarte un regalo, bueno o como prefieras llamarlo, el premio Symbelmine.

Que estés bien.

Anónimo dijo...

wuaaaaaaaa que bueno que traías el casco. Eso de ser cronopio tiene sus desventajas...
Iba a hacer un chsite estúpido pero mejor me lo guardo.
Que bueno ke estás bien, aunque no estaría de más un chequeo.
Ya no te burles de los otakus, a lo mejor así se limpia tu karma jajajaja.

Vicko Suárez dijo...

gracias Jean Gray Tuxtleca.

mmmm lo lamento amiga otaku, no dejaré de decirte otaku hasta que aceptes tu condición, tu colección de mangas es casi comparable a la cantidad de películas que yo tengo, eso te hace, por antonomasia, otaku hasta las patitas.

Amarantha Vázquez dijo...

Otaku naces, otaku mueres.

Por cierto

qué chingadazo...
de veritas...
ya no me subiré contigo a la moto
jajajaja

Amarantha Vázquez dijo...

Se ve culero.