Nada es igual

No, ya no es lo mismo, al oirte mi oido sangró con el chillido de tu vos al auricular. Estos años nos distanciaron varios kilómetros-caminos-emociones, esas palabras que se estrechaban fortaleciendose ahora no son ni consonantes. Dijo: tú vida ha sido un desastre, y eso dolió mientras yo pensaba lo mismo de la suya.
Su vos ausente de mi intento desesperado por entablar una conversación que tal vez el viento había guardado en el eco de mi memoria.
Cuatro años sin vernos, dos hijos, cuatro años, un estilo de vida distinto. Y yo, estúpidamente pensaba que eramos amigos... aún. Ja': inocente palomita que te dejas engañar, sabiendo que en esta vida cualquiera te puede chingar.
Tu marido, aquel que te agarró a golpes en la calle, ahora es un maestro y tú, una mediocre ama de casa.

¡Vete a chingar a tu madre querida amiga!

Canción al salbultamol

Asma

Oprimes mi aire, vigilas a cada segundo la entrada del oxigeno en mi cuerpo. Una herencia que nunca quise. Estos rugidos por las noches me despiertan y me digo: soy yo. Tal vez en mí encierro a otro, como la mayoría pero el mío sale y me enferma y quiere matarme y me asfixio porque no tengo opción porque tengo que hacerlo. . Las cuerdas oprimen mis pulmones, mis bronquios se ahogan entre porquería que yo mismo creo.

¿Quién soy sino el inconsciente? Al que dicen: no pongas fuego en tu boca, menos tú, menos tú. Soy aquel que no corre, aquel que entre jadeos muere.

Eterno luto

Ahora lloras lágrimas que ya no brotan, que te laceran el corazón cual espino en la sien, despides mis días, me destierras al polvo, me destierran al olvido de tus pasos, de las tardes que son mares, de las mañanas, de mi lugar en tu casa.

Ahora quieres darme la vida que ya no tienen mis huesos, el aire ya no nutre mis pulmones y a mis palabras sólo el eco las transporta, sólo el eco las trasporta, sólo el eco las transporta.

Mi fantasma en tu recuerdo será eterno mientras la eternidad sea tiempo, mientras tus caminos se crucen con los míos, cuando escuches mis pasos en tus noches sabrás que soy yo y que aún no me olvidas, que respiras mi fuego consumado, y dibujas mi rostro en tu espejo.

Ahora lloras lágrimas que ya no brotan.

Días modernos

Estos días me ha tocado vivir tanto estos días que reafirmo: la vida es una mierda.

Hace unos días vi que un señor con problemas visuales se ganó una televisión en una rifa y un amigo que nunca (literalmente) cocina en su casa se ganó una parrilla electrica.

Sigo sin encontrar empleo y ya estoy comenzando a desesperarme y a encabronarme.

Bueno, tal vez muchos pensarán que soy haragán, que no busco trabajo, no sé, hasta estoy comenzando a creerlo.

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