martes, septiembre 22, 2009

Tiempo de reserva

Sí soy yo, ¿quién querías que fuera? ¿el fantasma de tu navidad pasada en la que que te vi serpenteando tras las piernas firmes de una dama con olor a rosas?
Soy yo, el de Hoy con las puertas abiertas a las que tus pecados no permiten entrar y deseas tanto hacerlo que por las noches tu mano ha urgado tu sexo, recordando una batalla contra el tiempo y las voces que nos rodeaban.
Augurio oscuro siempre nos deparaba el viento inminente que nos golpeó la cara.
A ti ya no te quedó tiempo de reserva mientras en mis pulmones corre el aire del tiempo que se desloma con la luz siempre joven.
Sí todo se fue a chingar a su madre como tú ahora en mi vida.

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