Sí soy yo, ¿quién querías que fuera? ¿el fantasma de tu navidad pasada en la que que te vi serpenteando tras las piernas firmes de una dama con olor a rosas?
Soy yo, el de Hoy con las puertas abiertas a las que tus pecados no permiten entrar y deseas tanto hacerlo que por las noches tu mano ha urgado tu sexo, recordando una batalla contra el tiempo y las voces que nos rodeaban.
Augurio oscuro siempre nos deparaba el viento inminente que nos golpeó la cara.
A ti ya no te quedó tiempo de reserva mientras en mis pulmones corre el aire del tiempo que se desloma con la luz siempre joven.
Sí todo se fue a chingar a su madre como tú ahora en mi vida.
martes, septiembre 22, 2009
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