lunes, junio 23, 2008

Narración oscura


Pero las respuestas no se encontraban en su mano, ni en su frente, ni en la oscuridad de sus ojos o las tinieblas de la noche. Entonces gritó y su grito resonaba por toda la ciudad haciendo que ambas se desmoronaran con el tic-tac de su corazón.

Su reloj apenas marcaba el cuarto para las nueve, como si aquella hora hubiera significado más de lo que había sido y ya era la madrugada. La luz de las estrellas iluminaba su patio y su soledad que se prolongaba casi eternamente. Todavía tenía la desesperación corriendo por sus venas y en su boca el sabor a sangre que se confundía con el del vino.

Se quedó sentada esperando a que llegara el amanecer y a que el sol la limpiara de sus pecados.

11 comentarios:

cande dijo...

je je..bueno , bueno...

pos yo..nomás o ya no veo bien o de plano lo de ..aquello del medio millón de gentes es puro choro..jaja.. de cualquier forma..si está chido tu blog.. ai te invito al mio..

me llamó la atención... tu autenticidad... saludos desde mérida ...

cande dijo...

x cierto.. thank you por tu visita.. ahi nos estamos visitando men...

Amarantha Vázquez dijo...

¿Su reloj apenas marcaba el cuarto para las nueve, como si aquella hora hubiera significado más de lo que había sido y ya era la madrugada?
No entiendo.

Vicko Suárez dijo...

bueno, la idea es que es una narración oscura. Sin embargo, eso tiene una explicación lógica que no quise agregar dentro del texto: si tu reloj marca cuarto para las nueve y ya es la madrugada, ¿qué es lo que pasó?

P.D. No eres la primera que me lo pregunta.

Anónimo dijo...

una duda metódica entonces

Vicko Suárez dijo...

Sí, creo que sí, tal vez debería modificar esa parte, pero la verdad me gusta así.

Anónimo dijo...

Oh pues yo había entendido ke a esa hora el reloj se había detenido. Ke no era así? ke rayos, me confundí... tan normal en mí

Anónimo dijo...

¿Relog?

Vicko Suárez dijo...

No te confundiste, de hecho felicidades, eres la (el) primera(o) que logra descifrar el misterio del reloj.

La vida de los otros dijo...

¿En su fente? Uy, qué oscuro. Ñana-ñaca, qué miedo.

Vicko Suárez dijo...

vaya... vive... y crítica